“La eutonía propone una búsqueda adaptada al mundo occidental para ayudar al hombre de nuestro tiempo a alcanzar una conciencia más profunda de su realidad corporal y espiritual como verdadera unidad. Lo invita a profundizar este descubrimiento de si mismo sin retirarse del mundo, sino ampliando su conciencia cotidiana y permitiéndole liberar sus fuerzas creadoras con un mejor ajuste a todas las situaciones de la vida y con un enriquecimiento permanente de su personalidad y de su realidad social.” Gerda Alexander
¿Qué es la eutonía?
La Eutonía es una disciplina, que a través de un proceso pedagógico, permite vivenciar la integridad de los aspectos corporales, mentales y espirituales como una unidad.
Promueve en el alumno el desarrollo de la conciencia observadora, sin prejuicios, no sólo del funcionamiento corporal, sino también de la constante interacción existente entre la persona y el entorno, con el objetivo de traer al plano consciente el funcionamiento de su propio cuerpo: patrones habituales de movimiento, modo de distribuir las tensiones neuromusculares, alineamiento y/o desviación de los ejes óseos, el estado de los tejidos. Esta disciplina fue creada por y para "el ser occidental". La actividad eutónica debe realizarse en contacto con ciertas cualidades de la conciencia que los occidentales debemos incorporar en nuestro vivir, las mismas son: la atención, intención, precisión y dirección, ellas permiten ampliar la percepción.
La palabra eutonía es una síntesis (eu=armonía, tonía=tono, tensión) para dar cuenta de un concepto dinámico, la capacidad de adaptación constante a la situación y el momento. La dificultad de lograr dicha flutuación puede darse tanto en hipertono (tensiones, contracturas, acortamientos musculares, que generan actitudes posturales, gestos, formas de funcionamiento corporal limitadas, desejes osteoarticulares) como en hipotono (zonas sin capacidad refleja ni tono postural adecuados, generando zonas de inestabilidad en la estructura osteoarticular). Hoy conocemos los vínculos y las interacciones constantes entre el tono y la actividad cerebral, la interrelación estrecha de nuestro psiquismo con el tono postural, el sistema neurovegetativo y el conjunto de las regulaciones fisiológicas. Así, por estas diferentes vías se manifiesta en nuestro cuerpo la parte consciente e inconsciente de nuestra personalidad. Por lo tanto cada cambio de conciencia actúa sobre el conjunto de tensiones musculares. La conciencia es la facultad de conocerse. No es una condición fija sino que está en constante movimiento, esto quiere decir que el hombre debe trabajar para ampliarla. Para abrir y aumentar el campo de la conciencia es necesario recurrir a la voluntad. Los trabajos de Eutonía sirven para ampliar la conciencia
¿Qué promueve?
La práctica de la eutonía promueve el desarrollo personal a través de la integración psicofísica.
- En lo físico: Equilibra y recupera las posibilidades de fluctuación del tono (muscular, vegetativo y emocional). Aumenta la capacidad de reacción. Alivia tensiones y dolores. Mejora la postura corporal. Favorece el descanso. Despierta la sensibilidad. Recupera la movilidad de las articulaciones. Permite recuperar el poder sobre la salud. Facilita un estado de Relajación.
- En lo psicológico: Equilibra el tono psíquico. Despierta el sentido de alerta. Aumenta la concentración. Provee seguridad. Estimula la reflexión y la elaboración de las experiencias vitales favoreciendo el auto conocimiento. Desarrolla la creatividad. Agudiza el sentido de la observación. Disipa el estrés.
La atención se dirige hacia la piel, espacio interno, articulaciones y huesos, como así también las reacciones y sensaciones que surgen de esa observación. Lo observado cobra vida y nos encontramos explorando, descubriendo con la particularidad que lo observado es al mismo tiempo el observador. Se despierta el proceso de autoconocimiento. Entonces podemos darnos cuenta de nuestras posturas, hábitos, reacciones, emociones, pensamientos. La atención es un proceso psiconeurológico, es la base de la conciencia. Sin la atención no puede haber conciencia, esta difiere totalmente de la concentración que es un mecanismo de la mente limitado y forzado, que por lo tanto genera tensión. La atención es observación pura, implica la escucha alerta que disipa el hábito y libera la mente de su condición mecánica.
La intención es acción a la vez que la acción es intención.
"Hoy se sabe que ya la intención de realizar un movimiento produce una activación de la circulación y un cambio en el tono muscular bastante cercano al que correspondería a la acción real" (H de Gainza). Esto es producido por el sistema fusimotor que adecua el tono y la circulación a la acción prevista no realizada. En Eutonía se trabaja permanentemente con la intención, antes de realizar un movimiento. La utilización de estas cualidades de la conciencia permite la ampliación de la percepción. La percepción se define como sensación interior que se origina de una impresión material hecha de los sentidos.
En la percepción se utilizan mecanoreceptores y neuroreceptores. Los mecanoreceptores son los receptores que existen en la piel. Los neuroreceptores son los encargados de continuar o inhibir el flujo eléctrico a las neuronas. Es la piel la que aloja todos los sentidos
Breve reseña histórica
La creadora de esta disciplina fue Gerda Alexander. Nació en 1908 y creció en un entorno familiar cercano a la música por influencia del gusto musical de sus familiares, sintiendo una particular atracción hacia la danza, siendo alumna, bailarina y profesora de la Escuela Rítmica de Dalcroze, en Dinamarca. En los años 30 contrajo fiebre reumática y endocarditis, y al realizar un movimiento espontáneo, descubrió un remedio muy simple que le permitía aliviar los fuertes dolores. Pasó largos períodos de reposo, sin embargo, esto la estimuló para indagar en una forma de movimiento más "económica" y espontánea, a partir del aprendizaje de la regulación tónica para lograr mayor bienestar. Continuó su investigación y, años más tarde, fundando la Escuela de Eutonía en Copenhague. En el origen, el trabajo personal de Gerda Alexander en el área de las artes del movimiento tenía una premisa que guiaba su intención, era lograr la posibilidad de expresarse sin modelos preestablecidos que interfieran en sus posibilidades funcionales y creativas, en esa época esta intención era denominada: "la búsqueda del movimiento espontáneo". En su investigación, hasta concretar lo que luego llamó eutonía, pasaron aproximadamente 30 años
La eutonía como disciplina surge a partir de la experiencia personal e iniciativa de Gerda Alexander y de su reflexión crítica sobre las distintas corrientes teóricas de la filosofía, psicología, sociología, salud y educación del siglo XX. Sus alumnos se encargaron de difundirla por Europa. En 1987, su discípula argentina, Berta Vishnivertz, fundó en Buenos Aires la primera Escuela de Eutonía para América Latina.
"El trabajo en la eutonía es la búsqueda de la propia personalidad y es la búsqueda de esa totalidad, porque no se trabaja solamente con el cuerpo. Se trata de comprender la totalidad del ser humano, el aspecto psicosomático, las emociones, las experiencias, la expresión y la conciencia, es decir, el espíritu humano. Esta disciplina provee los recursos para vivir las propias experiencias. Este aprendizaje lleva a la ampliación de la conciencia, que conduce al conocimiento de la esencia propia, posibilita el hacerse cargo de lo que se siente y el encuentro con el acto creativo". Gerda Alexander