Elegí esta semana este libro no sólo porque me resultó sumamente iluminador cuando atravesé mi crisis en la mitad de la vida, sino porque creo que hoy estamos viviendo un proceso de “individuación colectivo”. A que me refiero con esto. A que toda persona puede estar atravesando esta crisis. Ya no es exclusiva de esta etapa, sino que para poder alcanzar un cambio de conciencia colectivo, todos necesitamos integrar nuestra sombra. Hacer el camino de “individuación”. Necesitamos dejar de proyectar y aceptar nuestra propia oscuridad. Reconocer que “todos somos uno” y hacernos cargo de la realidad que estamos creando.
Grüm explica esta crisis tomando la explicación de Jung. Llama a este proceso del desarrollo humano como proceso de individuación. Toma la mitad de la vida como un momento de inflexión donde se cierra una etapa dedicada al fortalecimiento del Yo (el centro de su obrar y juzgar) buscando su lugar y autoafirmándose. Para amoldarse a las expectativas de los otros y protegerse desarrolla una “máscara”. Como consecuencia de esto sale “la sombra”, descripta por Jung como “la imagen reflejada del Yo compuesta por los rasgos del hombre en parte reprimido en parte no vividos del todo que desde el principio fueron en gran parte excluido por motivos morales, sociales, educativos o de otro tipo y por eso cayeron en la represión, es decir, en la disociación.” Pero en esta etapa el hombre comienza a integrar su aspecto polar no explorado (ánima o ánimus), retrayendo sus proyecciones y abriéndose a su propio inconsciente haciendo conscientes los depósitos y cualidades allí escondidos.
También, Grum describe a la sombra colectiva como “en la que está incluido todo lo malo y oscuro de la historia de la humanidad. La sombra colectiva es una parte del inconsciente colectivo en el que se acumulan las experiencias de la humanidad y que encuentra su expresión en los mitos, arquetipos y símbolos de la religión”.
Este es el momento de confrontar la sombra no vivida y confrontarla. Esta es una etapa de integrar las